Abuela a los 20

Los aires congelados del invierno están empezando a asentarse mientras el otoño comienza a despedirse poco a poco, con la lenta caída de las hojas de los árboles. Mientras tanto, en Abuela a los 20, nos guarecemos en la cocina, donde el dulce olor de la calabaza mezclándose con el azúcar a fuego lento, lo impregna todo, y es que para mi gusto, hay pocos momentos más agradables que sentarme a escribiros mientras miro por la ventana, cuyos extremos empiezan a empañarse con el contraste del calor de la cocina y el frío que impera en el jardín, mientras escucho el "chof" "chof" de la mermelada haciéndose (y reclamándome para que le de vueltas sin parar). 

¡Qué feliz es una cando vuelve a su nube de cocina y campo!, porque desde que empecé a trabajar, (sí, soy una de esas pocas afortunadas qué les tocó esa lotería, aunque he de decir que no en lo que estudié), el reloj ha vuelto a ser mi enemigo más tirano, cuando antes era mirarle y decirle "¡qué agustito se esta aquí viendo pasar las horas entre fogones!". Pero bueno, las quejas no están permitidas en mi vocabulario cuando la tranquilidad de un salario te arropa al irte a la cama a la vez que te permite continuar con tu dulce sueño / proyecto, como es el de Abuela a los 20. Soy una cabezota soñadora.

Además, la navidad esta llamando a la puerta, por lo que disfrutar de un tiempo extra cuando sabes la avalancha de cosas que tienes que hacer..es si cabe más placentero. Cenas, regalos, compromisos, volver a ver a gente encantadora, y otra no tanto...mmm, ¡la navidad! tan odiada y querida a partes iguales, aunque yo, he de incluirme en el saco de "tan querida". De todos modos, en Abuela a los 20, hemos preparado unas sorpresitas para que podáis endulzaros las fiestas, tanto para quién os gustan como para los que no, o para que "endulcéis" un poco a quién os "amargue" un poquitín ;D. En Abuela a los 20 no obramos milagros, pero si podemos echaros una mano... porque como cantaba la gran Mery Poppins ..."Con un poco de azúcar esa píldora que os dan...pasará mejor". 

Por cierto, esta canción es "genial" para lavar y recoger los pucheros, cuchillos y demás utensilios con un poco más de espíritu; así que sin más dilación, os dejo el video, mientras una humilde servidora va a dejar la cocina como los chorros del oro antes de que su santa madre aparezca por la puerta y empiece a echar fuego por la boca porque no esta todo en su sitio original.